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Cuando la pintura
se hace tarea social

Giorgio Pilla

Luigi BONA es un artista anòmalo en su peregrinar en el interior del mundo extraordinario que se llama arte.

Entrando en su estudio se tiene la clara impresiòn que èl haya enfocado lo que soñaba desde joven ayudante de un conocido decorador, cuando teniendo que poner, por necesidad operativa, su capacidad imaginativa al servicio de modas llenas de adornos meramente visivos, fantaseaba de dar vida a una visiòn de àlgida pureza donde cada pensamiento pudiese tener su hogar sin tener que costringirse a necesidades cromàticas spiritualmente entrometidas.

Con el tiempo, libre de cada deber, empezò a dar vida a su idea encontrando su camino en la expresiòn abstracta donde cada pensamiento està libre de expanderse transmitiendo emociones a travès del derretirse de la señal en la superficie rugosa del lienzo, como un rio que se desborda de su lecho para invadir el campo que lo rodea, dando por fin desahogo al impulso creativo que por tanto tiempo habìa guardado en su alma de pintor.

Los lienzos de este perìodo acogen fondos cromaticamente puros donde una caligrafìa fina se devana como una perceptiòn cerebral, un tipo de acto espontàneo de expresiòn gestual con el cual impresionar la fantasìa del observador, dejandolo libre de interpretar la emociòn del autor pero sin condicionarlo, un acto de pura intuiciòn pictòrica, libertadora de cada presiòn cultural. En otros lugares la señal resulta un poquito màs incisiva y se expande en la superficie con anchas pinceladas que se mueven frenèticamente, aparentemente casuales pero, en realidad sintomàticas de una interioridad que traduce en imagenes una recogida armonìa escondida en su alma, atestiguada por una misteriosa luz que se esconde en los pliegues del dictado pictòrico, enfatizando los contrastes cromàticos.

En su actuar està claro el recuerdo de los grandes Artistas que en la segunda posguerra del siglo recièn terminado dieron vida a nuevo modelo de pintura donde se cancelaba cada convenciòn para dejar paso a una libre interpretaciòn de vivir en una sociedad nueva que daba espacios infinidos a todas las almas sensibles que supiesen librarse de todas las cargas del pasado para mirar sin miedo a un futuro lleno de incertidumbres, pero tambièn lleno de satisfaciones para los que hubiesen sabido superar los obstàculos que sin embargo se ponìan en el camino de esta nueva manera de hacer Arte.

BONA supo coger el mensaje utilizando su conocimiento del Arte contemporaneo y creando la serie de obras que hoy llamamos de primera generaciòn, donde la fantasìa està al servicio de una tècnica absolutamente personalizada con la cual el Artista cosigue penetrar en nuestro consciente para darnos mensajes subliminales que tienen el poder de aliviar nuestra vida cotidiana, demasiadas veces carga de los agobios que nos transmiten los medios de comunicaciòn, con mensages contaminados por presagios de desgracias.

Hoy el Artista ha llegado a un segundo perìodo operativo con el cual ha dado vida a nuevo momento creativo, siempre subjerido por una sociedad que parece haya olvidado todos los valores de coherencia y de subjetividad en los cuales se basaba para poner cada certidumbre ( ¿o incertidumbre? ) de nuestro vivir en la cultura y en el mercado de masas, aplastando las nuevas generaciones con una cantidad enorme de imposiciones comerciales de las cuales nadie consigue librarse.

De aquì nacen sus nuevos trabajos, basados en la tècnica del collage ( memoria de Arman ) donde aparecen aplicadas serialmente filas de materiales de uso comùn y cotidiano como cucharillas de plàstico, pajitas para bebidas, botellas pequenas de "Coca-cola" cortadas en el medio, màquinas de fotos con su pelìcula, etcètera..., interesantes tambièn algunos contenedores de cartòn para huevos donde en el fondo aparecen brillantes blondas coloradas en un seguirse linear y obsesivo sin soluciòn de continuidad, que nos dan un sentido de frustraciòn que interpreta bien la ilogicidad de un vivir cotidiano sin emociones, basado en la pura continuidad de gestos y pensamientos siempre iguales, esclavos de una oferta de los mèdios de comunicaciòn que nos libra de qualquier carga de creatividad y de bùsqueda de una realidad que podrìa pesar en nuestra psique.

BONA con su nueva expresividad dice que quiere tocar las cuerdas màs sensibles del alma humano y, sin pretender de cambiar la història del mundo, espera de evidenciar los daños que un determinado tipo de televisiòn y de prensa escandalìstica pueden crear en particular en la sensibilidad de las mentes màs sencillas y menos preparadas a estas agresiones de los mèdios de comunicaciòn.

Asì como cada Artista que vive su tiempo se siente empeñado en el frente de la cultura, que el Arte siempre contribuyò a divulgar con un mensage, a veces simple otras cripticamente, con la tarea de librar la mente humana y prepararla a un libre ejercicio de pensamiento, evitando cada oclusiòn, fuente de ignorancia y consiguiente esclavitud cultural.

El uso que hoy BONA hace de los materiales que aparecen en sus obras es un claro acto de denuncia hacia un deteminado tipo de consumismo que nos niega el gusto de elegir un objeto, una comida, un periòdico que no pertenezca a una cadena comercial impuesta por uno u otro productor, a menos de aparecer "OUT" de un sistema que nos quiere todos encuadrados y cubiertos. El Arte es por lo tanto nuestra salvaciòn y esperancia que nos ve parte de una colectividad formada por cèlulas cerebrales individuales y pensantes dirigidas hacia un objetivo de libertad personal.

El Artista BONA puede dar su pequeña contribuciòn para esta realizaciòn.

Venecia, Agosto 2005